Agentes de Inmigración han detenido a 75 presuntos trabajadores ilegales como parte de un operativo.
Los oficiales visitaron más de 225 negocios, particularmente lavaderos de autos, y 122 de ellos recibieron sanciones por emplear trabajadores ilegales.
Según la ley, las empresas que empleen a personas ilegalmente se enfrentarán a multas de hasta £45.000 por trabajador por la primera infracción y hasta £60.000 por trabajador por infractores reincidentes.
Yvette Cooper, Ministra de Interior, anunció planes para que el Servicio de Control de Inmigración “intensifique” las operaciones durante el verano poco después de asumir el cargo en julio, como parte de los planes del Partido Laborista para mejorar la seguridad fronteriza.
Los funcionarios dijeron que los trabajadores ilegales a menudo eran mantenidos en condiciones “miserables”, se les pagaba por debajo del salario mínimo y se les obligaba a trabajar largas horas, mientras que sus empleadores ofrecían precios más bajos que sus competidores y a menudo no pagaban su parte justa de impuestos.
Si bien esta operación marca un importante paso hacia adelante, se espera que el Partido Laborista se comprometa abordar este problema que sigue vigente. Y que garanticen de que quienes infrinjan las reglas se enfrenten a todo el peso de la ley.
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