Una clínica de vapeo para menores en Liverpool ha comenzado a ofrecer atención a pacientes con el objetivo de lograr que se encuentren «libres de nicotina».
Este servicio para dejar de vapear, establecido en el Hospital Infantil Alder Hey en noviembre, ha comenzado a tratar a niños de entre 11 y 16 años.
El Alder Hey NHS Foundation Trust ha declarado que la clínica «trabajará de manera estrecha» con cada paciente para desarrollar «soluciones personalizadas» que se ajusten a sus necesidades específicas.
El uso de vaporizadores o cigarrillos electrónicos, dispositivos que liberan vapor que contiene nicotina, ha aumentado de manera significativa tanto en Merseyside como a nivel nacional. Según una encuesta realizada a 14,000 niños, un estudio llevado a cabo por North West Trading Standards en 2023 reveló que el 14% de los encuestados admitió vapear más de una vez por semana, en comparación con el 6% en 2020. Sin embargo, la proporción de niños que fuman tabaco ha disminuido al 6%, la cifra más baja registrada en el noroeste de Inglaterra.

En el mismo año, un grupo de nueve directores de salud pública de Cheshire y Merseyside firmó una carta conjunta advirtiendo sobre el aumento del vapeo entre los niños. En dicha carta se afirmaba: «Si bien los vaporizadores a menudo se promocionan como una alternativa libre de riesgos al tabaquismo, aún no conocemos los efectos a largo plazo del vapeo regular. A corto plazo, el uso de vaporizadores puede provocar tos, dolores de cabeza, mareos y dolor de garganta. Algunos vaporizadores también contienen nicotina, que es extremadamente adictiva, y es por ello que solo deben utilizarse como una herramienta para dejar de fumar».
La profesora Rachel Isba, quien dirige el servicio de vapeo en Alder Hey, indicó el año pasado ante un comité de garantía de calidad y seguridad que se requerían más datos sobre la cantidad de niños que presentan adicción a la nicotina. Durante la reunión, se mencionó que el fideicomiso del hospital necesitaría adoptar una «política diferente» respecto al vapeo en comparación con los fideicomisos de hospitales para adultos que lo promueven como un método para dejar de fumar.
La profesora Isba también destacó su preocupación por las complicaciones que puede acarrear el uso de vaporizadores para inhalar otras sustancias, incluida la peligrosa droga sintética conocida como spice, que puede provocar un paro cardíaco. Un estudio realizado por la Universidad de Bath el año pasado reveló que uno de cada seis vaporizadores incautados en escuelas de toda Inglaterra contenía spice.
Discussion about this post