Caitlin Edwards y su madre disfrutaron de un día festivo en la costa de Reino Unido, pero su paseo se convirtió en una pesadilla cuando Caitlin contrajo una peligrosa bacteria del mar.
Desarrolló calambres estomacales y diarrea y fue diagnosticada con la bacteria E. coli, lo que provocó un síndrome urémico hemolítico (SUH). El organismo de salud pública concluyó que la causa probable de su enfermedad fue el contacto con aguas residuales no tratadas. Tras investigaciones a fondo del hecho se descubrió que el tramo de mar en el cual se había sumergido Caitlin y otras tres playas de la zona habían sido contaminadas, lo cual puso en riesgo su vida.
A pesar de esto, voceros aseguran que no se han presenciado ni reportado otros afectados.
En su proceso de tratamiento contra la bacteria, el cual tomó meses, la joven debió ser sometida a múltiples transfusiones de sangre y procesos de diálisis para poder recuperar su salud.
Tras un largo tiempo de su encuentro cercano con la muerte, Caitlin pudo terminar sus estudios y comenzar a trabajar con menores.
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