A partir del 14 de mayo de 2025, los agentes de policía en Inglaterra y Gales que no superen las verificaciones de antecedentes (vetting) serán despedidos automáticamente, según las reformas legales anunciadas por la ministra del Interior, Yvette Cooper. Esta medida busca fortalecer la integridad institucional y restaurar la confianza pública en las fuerzas del orden.
Las nuevas regulaciones permiten el despido de agentes, incluso si las acusaciones en su contra no han sido probadas, siempre que exista un patrón de conducta preocupante, como abusos domésticos o sexuales. Asimismo, las condenas penales conllevan automáticamente una falta grave, resultando en el cese inmediato del agente. Los agentes conservan el derecho a apelar estas decisiones.
Estas reformas abordan desafíos legales previos que dificultaban la destitución de agentes que no superaban las verificaciones de antecedentes, incluso cuando existían acusaciones graves no comprobadas. Por ejemplo, el caso del sargento Lino Di Maria, quien, a pesar de enfrentar múltiples denuncias por conductas inapropiadas, logró mantener su puesto tras una impugnación legal exitosa.
Líderes policiales y defensores de la seguridad pública han acogido positivamente estas reformas como pasos esenciales para mantener altos estándares dentro de la fuerza policial. Se esperan medidas adicionales este año para mejorar los protocolos de vetting y garantizar que los agentes bajo investigación por delitos graves sean gestionados adecuadamente.
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