Kelly Heather, de 38 años, es una mujer que vive actualmente en Kent, Inglaterra, y ha visto cómo su vida ha cambiado rotundamente luego de que una línea oscura apareciera en su uña, signo que permitió que luego fuera diagnosticada con un agresivo cáncer a la piel en etapa 4 que se extendió hasta su cerebro.
Su viaje comenzó en 2017, cuando una línea oscura en su uña la llevó a buscar atención médica. A pesar de que inicialmente no se detectaron células cancerosas, la persistencia de Kelly la llevó a consultar a dermatólogos, donde finalmente se le diagnosticó un melanoma en etapa 4, que se había diseminado hasta su cerebro.
A lo largo de su lucha, Kelly ha demostrado una resiliencia admirable. Tras una serie de cirugías, incluyendo la extirpación de su lecho ungueal y una amputación parcial de su dedo, se le aseguró que el cáncer estaba controlado. Sin embargo, en agosto de 2022, un nuevo bulto en su axila reveló una recaída, lo que resultó en la extirpación de 20 ganglios linfáticos y un diagnóstico de melanoma metastásico.
A pesar de los desafíos, Kelly se sometió a un año de tratamiento de inmunoterapia y recibió la noticia de que no necesitaría un segundo año de tratamiento. En un giro inesperado, poco después, descubrió que estaba embarazada de su cuarto hijo. Sin embargo, su alegría se vio empañada por la aparición de un tumor cerebral, que compartía el mismo perfil genético que su melanoma inicial. Aunque los médicos lograron extirpar la mayor parte del tumor, el camino hacia la recuperación sigue siendo complejo.
Hoy, Kelly aboga por la importancia de la detección temprana y la investigación continua en el ámbito del cáncer.
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