Hace menos de un año, se reveló que Carlos III estaba enfrentando un cáncer de colon que amenazaba su vida. Lamentablemente, tras casi un año de lucha, la situación ha tomado un giro preocupante: el cáncer no ha remitido y, si no hay mejoras pronto, las opciones de recuperación son limitadas. Esta noticia ha impactado profundamente a Buckingham Palace.
El día a día del Rey se ha vuelto un verdadero desafío. Los tiempos en que Carlos III podía actuar con libertad han quedado atrás, y ahora enfrenta desmayos y mareos que afectan su calidad de vida. Los médicos han informado a William, Príncipe de Gales, que podríamos estar ante el inicio de la fase terminal de la enfermedad, lo que complica aún más su situación, especialmente considerando la edad del monarca.

Ante esta realidad, el Príncipe William y el equipo de Buckingham han comenzado a prepararse para su eventual ascenso al trono. Fuentes cercanas a la Casa Real indican que son conscientes de la gravedad de la situación y han dado luz verde a los preparativos necesarios para cuando William y Kate Middleton asuman el liderazgo de la monarquía británica.
El Príncipe de Gales ha comunicado a la familia Windsor que el estado de salud de su padre es crítico y que debe estar listo para suceder a Carlos III en un futuro cercano, posiblemente para 2026.
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