Los ministros británicos temen la pérdida de autonomía con la posible implementación de pasaportes de vacunación y cierres de fronteras por parte de una entidad externa. La soberanía nacional y el control sobre las políticas de salud están en la mira.
La Organización Mundial de la Salud podría imponer medidas de confinamiento y controles sin precedentes al Reino Unido durante una futura pandemia bajo nuevos poderes radicales.
Los estados miembros estarían obligados a seguir las instrucciones de la agencia al responder a pandemias, incluida la introducción de pasaportes de vacunas, cierres de fronteras y medidas de cuarentena, según un borrador de actualización de sus regulaciones.
Un nuevo «tratado pandémico» en discusión también obligaría a Gran Bretaña a gastar el 5% de su presupuesto de salud en prepararse para otro brote de virus.
Se entiende que los ministros están alarmados por los planes para aumentar los poderes de la OMS, lo que permite que su órgano de gobierno exija a los países que entreguen la receta de las vacunas, independientemente de los derechos de propiedad intelectual, y contrarrestar la información errónea.
Los parlamentarios conservadores han escrito a los ministros para advertir sobre una «ambición evidente… para que la OMS pase de ser una organización asesora a una autoridad internacional de control».
Los cambios en las reglas se han propuesto como parte de los planes para actualizar el Reglamento Sanitario Internacional (RSI) de la OMS a la luz de la pandemia de coronavirus y establecer un nuevo Tratado de Preparación para una Pandemia.
El tratado fue propuesto por primera vez por líderes mundiales, incluido Boris Johnson, en 2021 durante la pandemia y fue diseñado originalmente para mejorar los sistemas de alerta, el intercambio de datos y la producción de vacunas para “fomentar un enfoque de todo el gobierno y toda la sociedad”.
Pero entre las 300 enmiendas propuestas al RSI hay cambios para hacer que el consejo de la OMS sea «vinculante» e introducir un nuevo requisito para que los países lo reconozcan como la autoridad mundial en medidas de salud pública.
El plan requeriría que los países miembros «reconocieran a la OMS como la autoridad de orientación y coordinación de la respuesta internacional de salud pública… y se comprometieran a seguir las recomendaciones de la OMS en su respuesta internacional de salud pública».
Si se aprueba, el cambio significaría que la OMS podría imponer cierres de fronteras, medidas de cuarentena y pasaportes de vacunas en todos los países miembros, incluido el Reino Unido.
Un borrador del tratado en sí comprometería a los estados miembros a gastar el 5% de sus presupuestos de salud, más una proporción del PIB, en preparación para una pandemia.
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