La Casa Blanca dio por cerrada la crisis con Colombia sobre las repatriaciones de inmigrantes tras doce horas de declaraciones cruzadas. A última hora del domingo, EE. UU. anunció que el Gobierno colombiano aceptó «todos los términos del presidente Trump» al respecto.
Eso incluye «la aceptación sin restricciones de todos los ilegales extranjeros de Colombia retornados desde Estados Unidos en aviones militares, sin limitaciones o retrasos».
El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, leyó un comunicado para zanjar la crisis. «Hemos superado el impasse con el Gobierno de Estados Unidos», dijo y explicó que en Colombia «seguiremos recibiendo» a quienes «retornen en condición de deportados, garantizándoles las condiciones dignas como ciudadanos sujetos de derechos».
El presidente colombiano, Gustavo Petro, reposteó el comunicado estadounidense sin ningún comentario, dando a entender que lo valida por completo, aunque minutos después lo eliminó sin ninguna explicación.
El comunicado, de tono severo, de la Casa Blanca establece que, si bien se suspenderán los aranceles y sanciones prometidos por Trump, las restricciones de visado para altos funcionarios colombianos y las inspecciones reforzadas de Aduanas permanecerán vigentes hasta que se complete la repatriación.
«El presidente Trump continuará protegiendo con fuerza la soberanía de nuestra nación y espera que otras naciones del mundo cooperen a fondo y acepten las deportaciones de sus ciudadanos ilegalmente presentes en los Estados Unidos», señala el comunicado.
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