Muhammad Yaseen Uddin, un niño de seis años, falleció tras sufrir una lesión en la cabeza que, según informes, la escuela no consideró como una emergencia.
El menor fue enviado a su hogar y continuó con su rutina diaria, que incluía la celebración del cumpleaños de su hermana, antes de fallecer mientras dormía.
Su padre, Simriel Uddin, de 41 años, indicó que su esposa recibió una llamada de la escuela primaria Marlborough, ubicada en Small Heath, Birmingham, informándole que Yaseen había sufrido una lesión en la cabeza. “En la escuela le dijeron a mi esposa: “Oh, su hijo se golpeó la cabeza” y cuando ella preguntó si era algo grave, le dijeron: “No, no es nada grave, es solo un golpe”, relató el afligido padre.
Tras recogerlo, se le administró Calpol y parecía estar en buen estado, incluso le preguntó a su madre si podían comprar algunas uvas y patatas fritas en la tienda antes de sentarse frente al televisor a ver su programa favorito.
No obstante, esa noche, Yaseen vomitó, lo cual sus padres asumieron que era un efecto secundario del medicamento. Se quedó dormido en el dormitorio de sus padres, pero a la mañana siguiente no despertó. A pesar de que fue trasladado de urgencia al hospital, los médicos no pudieron salvarlo.
El cuerpo de Yaseen Uddin aún no ha sido entregado a su familia, ya que se están realizando pruebas para esclarecer las circunstancias de su muerte. Su familia está esperando para enterrar su cuerpo.
El padre del menor sostiene que la escuela debió adoptar medidas más rigurosas para investigar la lesión en la cabeza de Yaseen, especialmente considerando que él es el segundo niño en asistir a una institución del Leigh Trust que ha fallecido a causa de una lesión en la cabeza en los últimos años.
Yasir Hussain, residente de Ward End en Birmingham, falleció en noviembre de 2020 tras sufrir un golpe en la cabeza mientras se encontraba en la escuela. En esa ocasión, el personal escolar solicitó una ambulancia; sin embargo, el niño de 10 años falleció en el hospital cinco días después. Una investigación posterior determinó que, aunque el niño debió haber sido trasladado al hospital con mayor prontitud, este hecho no habría podido evitar su deceso.
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