El gobierno británico ha anunciado una nueva ley que otorgará mayores facultades a las autoridades de transporte locales en toda Inglaterra para regular los programas de alquiler de bicicletas.
Esta medida busca abordar el problema del estacionamiento indebido de bicicletas en espacios públicos y mejorar la integración de estos servicios con el transporte urbano.
En Londres, donde ya existen competencias en materia de transporte, la normativa permitirá a Transport for London (TfL) implementar regulaciones a nivel municipal. El Ayuntamiento de Westminster ha respaldado la iniciativa, destacando que muchas aceras se han convertido en «vertederos de bicicletas abandonadas». El líder del consejo, Adam Hug, advirtió que estas obstrucciones afectan especialmente a personas con discapacidad visual, usuarios de sillas de ruedas y otros grupos con movilidad reducida.
El gobierno propone que autoridades como TfL puedan gestionar directamente los esquemas de micromovilidad, incluyendo las bicicletas de alquiler, para adaptarlos a las necesidades locales, mejorar la conectividad con el transporte público y mitigar el problema del estacionamiento desordenado de bicicletas y ciclomotores eléctricos.
Según el Libro Blanco del gobierno, Londres ha sido pionera en la implementación de políticas de transporte integradas, como la introducción de tarifas unificadas y el sistema Oyster, que ha modernizado la experiencia del usuario. Además, resalta que la descentralización de la gestión del metro y tren ligero en la ciudad ha resultado en mayores inversiones, niveles más altos de satisfacción entre los pasajeros y una mejora en la frecuencia y fiabilidad de los servicios.
Con esta nueva legislación, el gobierno espera replicar en otras ciudades británicas el modelo de gestión eficiente que ha consolidado a Londres como referente en transporte público y movilidad sostenible.
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