Cientos de residentes de Beckenham, Londres, realizaron una recaudación para ayudar a Paul Spiers, de 63 años, un barrendero que ha dedicado siete años en mantener limpia las calles londinenses, todo con el objetivo de agradecerle al trabajador por su labor y para que pudiera descansar.
La colecta fue todo un éxito, ya que lograron reunir 3.000 libras esterlinas, con los que esperaban que el hombre pudiera viajar a Portugal.
Sin embargo, la compañía para la que él trabajaba, llamada Veolia le negó aceptar la recaudación porque los empleados tendrían prohibido el aceptar los regalos o incentivos que no pertenezcan a su salario.
“Me sorprendí mucho cuando me dijeron que no podía aceptar el dinero. Dijeron que podría considerarse un soborno”, dijo Lisa Knight, quien lideró la campaña.
Producto de la indignación que causó la situación, la empresa se pronunció al respecto y se comprometió a igualar el dinero que le entregaría a Paul Spiers y donarlos a una organización benéfica contra el cáncer.
La medida provocó la indignación de los residentes y el diputado local Liam Conlon incluso intervino para pedir a Veolia y al consejo que reconsideraran la norma, pero Veolia mantuvo su decisión. Aun así, la historia tuvo un final feliz, porque una agencia de viajes decidió simular un concurso y regalarle un viaje a Portugal al barrendero.
La compañía dijo que el fanático de Elvis, el Sr. Spiers, había ganado un viaje a Portugal en su concurso, lo que significa que no tendría que rechazar las vacaciones porque no es un regalo.
El sorteo de premios establecía que para ganar había que tener entre 62 y 64 años, amar a Elvis, tener el apellido Spiers, ser limpiador de calles en Beckenham y ser amado por la comunidad local.
¿Qué te parece la iniciativa?
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