El Reino Unido está dando un paso audaz en la lucha contra la pobreza al considerar la implementación de transferencias en efectivo para personas sin hogar, una propuesta respaldada por activistas que abogan por soluciones más efectivas y sostenibles.
Bajo la dirección del Primer Ministro Keir Starmer, se ha lanzado un estudio innovador en colaboración con el King’s College de Londres y la organización benéfica Greater Change, con el objetivo de evaluar la viabilidad de este enfoque.
Este estudio, financiado por el gobierno británico, involucrará a 360 participantes de Inglaterra y Gales.
La mitad recibirá apoyo de organizaciones benéficas, mientras que la otra mitad contará con asistencia adicional de Greater Change.
Este enfoque se centra en entender las necesidades individuales de los participantes y destinar los fondos a cubrir gastos esenciales como depósitos de alquiler, deudas, herramientas de trabajo, electrodomésticos, muebles y ropa, evitando así transferencias directas que podrían no ser utilizadas adecuadamente.
A pesar de que se han realizado estudios similares en el pasado, este es el primero de gran escala.
Según Jonathan Tan, cofundador de Greater Change, cada persona que recibe apoyo podría representar un ahorro de aproximadamente £35,000 en gastos públicos. Además, es importante destacar que el 13% de las personas liberadas de prisión se enfrentan a la falta de hogar, lo que incrementa el riesgo de reincidencia delictiva.
En 2022, la tasa de reincidencia en Inglaterra y Gales superó el 30%.
Este estudio no solo busca ofrecer soluciones a corto plazo, sino también evaluar si el enfoque de Greater Change está realmente ayudando a quienes más lo necesitan.
Con un 86% de éxito en la reinserción de las personas a las que apoyan, este proyecto podría marcar un cambio significativo en la forma en que se aborda la pobreza y la falta de hogar en el Reino Unido.
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