Una serie de sucesos despertó la alerta de los vecinos. Gusanos en las habitaciones y olores putrefactos les hicieron pedir ayuda a la administración, quien hizo caso omiso y no permitió que encontraran a una residente fallecida hasta dos años después de su muerte.
Una mujer en un complejo de apartamentos en el sur de Londres denunció que su casa se estaba llenando de gusanos sin saber que el cadáver de su vecina, una mujer de 58 años, había estado en el piso de arriba durante más de dos años y medio.
Según informes, los gusanos y las larvas invadieron todo su apartamento, y los inquilinos de otros pisos manifestaron que sentían olores fétidos en el ascensor. Incluso algunos pusieron toallas en puertas y ventanas para evitar que el hedor entrara en sus hogares.
La protagonista de esta historia descubrió los primeros gusanos cuando intentó cambiar un bombillo en su casa; de inmediato, empezaron a emerger los animales del plafón. Desde ese momento, los gusanos aparecieron por todas partes. ‘Era como vivir en una película de terror’, manifestó la mujer.
Tras varias llamadas y peticiones, las autoridades finalmente ingresaron al apartamento y encontraron el cadáver de Sheila Seoane, una secretaria médica de 58 años. Era un poco más que un esqueleto, vestida con un pijama azul y blanco. En su refrigerador, encontraron un postre de gelatina y crema que reveló el tiempo que su cuerpo había permanecido allí: dos años y medio atrás.
Los vecinos de Sheila decían que ella era reservada y tímida, pero muy amigable. Siempre se saludaban cuando se encontraban en las escaleras o el ascensor.
No obstante, después de terminar con la pesadilla y que la mujer pudiera tener un funeral digno, en el evento se vio solo a una persona parada en un crematorio casi vacío: asistió su medio hermano, Viktor, con quien no hablaba desde hace años.
Un poco más tarde, apareció una representante de la administración. Pero nadie más: ningún familiar y ningún amigo.
El registro médico no sabe cómo murió Sheila, pero sí que tenía varias complicaciones de salud.
La mujer que denunció la invasión de gusanos en su casa está considerando interponer acciones legales contra la compañía dueña de los apartamentos. Por su parte, las autoridades aceptaron que hubo fallas en este caso y que aprenderán de lo ocurrido para poner a los ‘residentes primero’.
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