Como si la incertidumbre sobre el estado de salud del hijo de la fallecida reina Isabel II no fuera suficiente, recientemente la monarquía británica actualizó los planes de funeral de Carlos, cuya planificación se denomina «Operación Puente de Menai».
El nombre ‘Menai Bridge’ proviene de un puente ubicado en Gales que cruza el estrecho de Menai, conectando la isla de Anglesey con el norte de la nación.
Todo el mundo sabe que el rey Carlos III padece cáncer, pero solo un círculo tremendamente íntimo y reducido de personas sabe cuál es su tipo de enfermedad y qué tan grave está.
Según fuentes internas, las condiciones de salud del rey Carlos se están deteriorando progresivamente, lo que ha llevado a los funcionarios del Palacio de Buckingham a mantener un plan actualizado periódicamente para su inminente funeral, cuyos preparativos comenzaron el día después del entierro de la reina Isabel.
Si bien manifestaron que los protocolos están siempre bajo análisis, en los últimos días se intensificó la revisión a los cientos de páginas que componen la «Operación Puente de Menai» en caso de que Carlos III fallezca, ya sea a causa del cáncer que padece u otras razones.
El primer paso de este protocolo sería el ascenso de su hijo mayor, William, príncipe de Gales.
Tal y como ocurriera con su padre, apenas pasarían horas desde que se convirtiera en rey de la Mancomunidad y, posteriormente, ser proclamado rey. Igualmente, su esposa Kate Middleton se convertirá en reina consorte, el título que actualmente posee Camilla, la Duquesa de Cornualles.
George, hijo de William y Kate, ocuparía el primer lugar en la línea de sucesión al trono. Mientras su hija Charlotte será la nueva princesa de Gales.
Camilla Parker no tendrá más título que el de reina viuda, que será cuando el rey Carlos III fallezca.
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